¿Por qué no cambiar a la cosmética natural? Los aceites esenciales son sustancias complejas y concentradas que incluyen componentes fitoterapéuticos con múltiples aplicaciones. Éstos aportan a nuestros cosméticos caseros lo necesario para regenerar la piel y estimular sus defensas naturales sin los peligros que acarrea la cosmética común.
Algunos aceites esenciales pueden emplearse sin diluir, y directamente sobre la piel. Es el caso del aceite esencial de lavanda, un aceite polivalente que no puede faltar en nuestro botiquín natural. Este aceite es muy útil para regenerar la piel, por ejemplo, las marcas de acné, heridas y quemaduras. Además, este aceite potencia la acción de otros aceites vegetales y esenciales por lo que es conveniente añadirlo a las mezclas.
El aceite esencial del árbol del té, como el de lavanda y el de manzanilla se puede utilizar directamente sobre la piel sin irritarla. Este aceite es especialmente útil para tratar infecciones como el acné, heridas abiertas y herpes. Hay que añadir unas gotitas diarias hasta que la infección desaparezca. También es útil contra los mosquitos y los piojos.
Como antiinflamatorio es recomendable el aceite esencial de manzanilla. Está indicado para todo tipo de dermatitis, pieles sensibles y la piel infantil. Su efecto puede potenciarse añadiéndole aceite vegetal de caléndula.
Los aceites esenciales de incienso y de mirra se usan desde la antigüedad por sus propiedades depurativas y regeneradoras, para hidratar las pieles maduras, retrasar el envejecimiento o para pieles secas. Es conveniente diluirlos en aceites vegetales como el de germen de trigo, rosa mosqueta o aguacate.
Para pieles grasas o acneicas y para aquellas con celulitis, lo más indicado es el aceite esencial de geranio que regula el sebo de la piel. También tiene propiedades regeneradoras por lo que está indicado para pieles maduras. Ya que no debe aplicarse directamente sobre la piel conviene mezclarlo con aceites como el de rosa mosqueta, sésamo y joroba.
Todos los aceites esenciales pueden mezclarse entre sí o combinarlos para obtener una mascarilla, con frutas o arcilla para la piel o añadiendo unas gotas a tu crema habitual. Antes de usarlos conviene humedecer la piel con algún tónico natural.