La proliferación de vello en zonas del cuerpo no esperadas a raíz de un desequilibrio o anormal metabolismo de las hormonas androgéncias es un problema estético que suele afectar a muchas mujeres causándoles ansiedad y temor al rechazo social.
Hay dos tipos de hirsutismo: el central o el periférico o idiopático.
En el primer caso los órganos afectados son el ovario, la glándula suprarrenal o la hipófisis.
El hirsutismo periférico o idiopático aparece al inicio de la pubertad y no hay indicios de un aumento de la hormona circulante, de ahí que se lo llame idiopático ya que su origen se desconoce. Por lo que parece, la base del hirsutismo periférico se hallaría en el órgano diana, en este caso los folículos pilosos, debido a una hipersensibilidad a la hormona circulante en niveles normales de la misma. Esta hipersensibilidad podría deberse a la acción de la hormona 5-alfa-reductasa presente en los folículos pilosos. Con esto aparecería vello más grueso de lo normal, con mayor pigmentación, ya sea en zonas concretas o de manera generalizada. No cursa con alteraciones del ciclo menstrual ni con problemas de fertilidad como sí ocurre con el hirsutismo central.
El hirsutismo central se relaciona con diversas patologías:
1. El hirsutismo de origen ovárico como el síndrome del ovario poliquístico, los tumores ováricos y la hipertecosis ovárica
2. El hirsutismo de origen suprarrenal como la hiperplasia suprarrenal congénita, el Síndrome de Cushing o los tumores suprarrenales.
3. Hirsutismo de origen hipofisiario
La elección del tratamiento para el hirsutismo dependerá por tanto del punto de origen, de las manifestaciones clínicas con las que converja y la edad de la paciente. El objetivo es ralentizar el crecimiento de nuevo vello, pero no se podrá actuar sobre el ya presente. Dado que los resultados no se ven sino a largo plazo las pacientes suelen recurrir a medios cosméticos en el interín. En aquellas pacientes que padecen obesidad, bajar de peso puede mejorar los desequilibrios hormonales y menstruales.
Para evitar el rechazo social, las mujeres con hirsutismo tienden a ocultar su cuerpo, a recluirse y a no mantener relaciones sexuales. Son muy comunes en ellas los estados de ansiedad y de depresión por los problemas de autoestima que el hirsutismo despierta en ellas.
Los resultados de los tratamientos no se observan hasta transcurridos los nueve o doce meses,lo que lleva a que las pacientes se precipiten a abandonar la medicación prematuramente. Es importante por ello, informales acerca de las carácterísticas del tratamiento y aportarles ayuda psicológica.